martes, 5 de enero de 2010

Mujeres de la BIblia: Ester


"Y Mardoqueo había criado a Ester, hija de su tía, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya" (Ester 2:7).

Léase: Ester 2

Ester es la última mujer del Antiguo Testamento de la cual conocemos bastante para hacer un perfil de la misma. Encontramos en su carácter y conducta puntos dignos de elogio, pero también otros que lo son menos.

Digamos en primer lugar que, como dice el versículo, era muy hermosa. Tenía que serlo, pues el rey Asuero había ordenado que su imperio fuera reseguido y buscado para encontrar las mujeres más hermosas, y que éstas fueran traídas a Susa. Entre tanta belleza Ester fue considerada superior. Asuero se sintió cautivado por ella y la eligió para sustituir a la reina arrinconada Vasti.

Como cualidades de carácter encontramos dos que son agradables. Primero es su afecto por Mardoqueo, su padre adoptivo y segundo su decisión y valor al oponerse a Amán. Hay muchas personas que cuando emergen de la oscuridad a posiciones de autoridad y favor no se acuerdan más,o fingen no acordarse de las personas con quienes se habían frecuentado antes, incluso de sus deudos y familiares. No podemos decir esto de Ester.

Su valor es indudable. Arriesgó su vida al aparecer ante Asuero sin ser llamada: «Si perezco que perezca», resuena todavía como una demostración de su valor. Sus acciones fueron decisivas, realizadas con mucho tacto. Era una persona de carácter.

Entre los rasgos menos dignos de alabanza hay la impresión que produce su conducta de que vaciló bastante antes de decidir presentarse al rey (vease capítulo 4). Mardoqueo tuvo que usar lenguaje bastante enérgico para convencerla: «No te imagines que por estar en la casa del rey te vas a librar tú sola más que cualquier judío.» Y especialmente la conmovió otra parte del mensaje: «Quién sabe si para una ocasión como ésta has llegado a ser reina.»

Puede mencionarse también el hecho de que aceptara la proposición de Asuero de hacerla reina con evidente alegría. Vasti no había sido depuesta por una causa legítima, y aunque para discutir con Asuero sus acciones (sería ridículo pensar que podía haberle echado en cara este acto), no hay duda que el que una hija de Abraham se casara con un potentado pagano era una flagrante violación de las órdenes de Dios. En otras palabras, si su conciencia la hubiera acusado de un acto reprobable, podría haber procurado no causar tan buena impresión en el rey.

También es reprobable el que se dejara llevar por el deseo de venganza, o sea, que una vez había conseguido el decreto que permitió a los judíos matar a quinientos hombres en Susa que se oponían a ellos; entre ellos a los diez hijos de Amán (aparte del mismo Amán) no considerara que ya había bastante. Todavía le pidió al rey un día más de venganza (trescientos hombres murieron en esta nueva matanza), y que se dejara colgando de la horca a los diez hijos de Amán. Esto es reprobable.

Los planes de Amán eran para la eliminación de todo el pueblo judío, Ester incluida, si fuera posible, pero Ester no mostró clemencia. Tenemos que llegar al Nuevo Testamento para hallar figuras dulces como María, la madre de Jesús,o María de Betania. Ester también contribuyó a su manera a la redención de su pueblo. Es necesario que sea erigida la cruz en el Gólgota para que cesen todas estas matanzas y la paz y el amor se enseñoreen de los corazones.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión:

1. ¿Cuáles son algunas de las buenas cualidades de Ester?

2. ¿Por qué la impresión que nos produce Ester no puede ser del todo favorable, a pesar de estas buenas cualidades?

3. ¿Hizo bien Ester al vengarse una vez había conseguido su propósito?

domingo, 3 de enero de 2010

Mujeres de la BIblia: Dina


"Salió Dina, la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país" (Génesis 34:1).

Lease: Génesis 34:1-31

Dina era un chica sobre la cual hay en la Biblia un largo relato. Esta historia se narra en el Cap. 34 del Génesis. Obsérvese la avalancha de catástrofes que siguieron como una cadena de una primera equivocación cometida por la chica. De un modo especial destaca la traición de sus hermanos, que mancillaron el Pacto del Señor al atacar a los habitantes de Siquem, cuando estaban sufriendo el dolor de la circuncisión. La circuncisión era el signo del Pacto. A causa de Dina fue destruida toda la ciudad, y Simeón y Leví violaron la justicia porque se llevaron las mujeres y los niños de aquella ciudad como despojos. El resultado fue tal que Jacob consideró que "los moradores de la tierra lo tendrían por abominable", y tuvo que huir de Betel. Además, ella fue culpable de que Simeón y Leví recibieran una maldición en vez de una bendición al morir Jacob.

¿De qué equivocación procede esta serie de catástrofes? De algo que llamaríamos una travesura. Había sido educada en una casa que hoy llamaríamos cristiana. Pero sentía curiosidad por ver cómo era el mundo, y quiso establecer contacto con la sociedad.

Las tiendas de su padre se hallaban cerca de Siquem. Jacob no había establecido contacto con la pequeña ciudad. Sin embargo Dina quiso ir a la ciudad y contemplar las chicas de la misma, y aun quizá asociarse con ellas. Un día cuando sus hermanos estaban con el ganado dejó la tienda de su padre y se fue a "ver a las hijas del país".

Dina sabía muy bien que se exponía a serios peligros. Habría oído la historia de que (dos veces) su bisabuela y una su abuela habían sido prácticamente raptadas por príncipes locales. Y se fue sola, ¡a esta edad! ¡No había que preocuparse! Ya encontraría manera de que todo saliera bien.

Pero no fue así. Apenas hubo entrado Dina en la ciudad, y había entablado conversación con algunos transeúntes, que el príncipe, hijo del rey Hamor, que se llamaba también Siquem, como la ciudad, la invitó a su palacio. La historia no nos cuenta si Dina consintió o se resistió a los halagos de Siquem; sólo sabemos que éste "se acostó con ella, y la deshonró".

Entonces, se nos dice, el alma de Siquem se apego a ella y se enamoró de la joven y le pidió a su padre que se la diera por mujer.

El deseo de Dina por las cosas mundanas la había llevado a Siquem y allí había perdido su virginidad; sabemos que se quedó en el palacio, y posiblemente habría persistido en servir al mundo. Pero, no fue éste el curso que siguieron las cosas.

Sabemos que una vez pasados a cuchillo los siquemitas, Simeón y Leví, saquearon la ciudad, tomaron sus riquezas y se llevaron cautivos a los niños y a las mujeres. Al parecer esto no turbó en lo más mínimo su conciencia. Ante la reconvención de su padre por su proceder contestaron: "¿Había este hombre de tratar a nuestra hermana como una ramera?" Al pasar juicio sobre el hecho no olvidemos que esta hermana era la que había dado lugar a todo lo ocurrido.

Dina no ha sido sola. También hoy hay hijas que se cansan de residir en las tiendas del Señor. Quieren ver un poco del mundo. Quieren asociarse con los demás, y hablar de modo inteligente de lo que han visto. Esto no es pedir mucho. Sólo un leve contacto con el mundo.

Aunque no es de esperar que el resultado de este deseo sean también violaciones y asesinatos, ponen en peligro la religión del hogar, y esto puede implicar la muerte moral del alma. Para el mundo nada de esto tiene sentido, naturalmente. Pero para la Iglesia de Dios ésta es una degradación seria.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión

1. ¿Cuáles son los resultados del pecado de Dina?

2.¿Qué nos enseña esta meditación con respecto a mezclarse con el mundo?

3. ¿Se puede decir que las acciones de Simeón y de Leví son justificadas?

viernes, 1 de enero de 2010

Mujeres de la BIblia: Débora, la profetiza

“Las aldeas quedaron abandonadas en Israel... hasta que yo, Débora, me levanté, me levanté como madre de Israel.”

Léase: Jueces 4:4; 5:5

Débora es Ia Juana de Arco de la asombrosa historia de Israel. Israel cayó repetidas veces en la idolatría. En estos períodos había perdido todo sentimiento de conciencia nacional y habría renunciado a su prestigio y honor. Pero tenía también una resistencia y una elasticidad que le permitía recobrarse como ninguna otra nación. Se recobraba totalmente de lo que parecía una desintegración espiritual y política. Esta capacidad de renacer de sus cenizas era un don de Dios. Que Dios tenía destinado que Israel tenía que restaurarse, se hace evidente de modo perfecto cuando consideramos la historia de Débora y los días en que vivió.

Casi todos los llanos de Palestina habían ya sucumbido a la fuerza de los cananeos. Jabín, el rey de éstos, residía en Hazor y dominaba a Israel por medio de sus fuerzas armadas. Tenía un potente ejercito, especialmente temido por sus novecientos carros herrados. En contra de ellos los esfuerzos de la infantería eran inútiles. En consecuencia la gente de Israel que poblaba la tierra baja tenía que pagar tributo a Jabín. Vivían en condiciones de servidumbre. Sólo la gente de las regiones montañosas habían conservado su libertad, simplemente porque los carros de guerra de Jabín no se adaptaban al terreno montañoso. Los que vivían en las regiones de montañas como Efraín, poseían todavía una cierta organización, y habían resistido heroicamente.

La esposa de Lapidot, que vivía debajo de una palmera, entre Rama y Betel, en tierra de Efraín, los había inspirado a esta resistencia. Su nombre era Débora, y la llamaban «la madre de Israel». Era astuta, denodada y tenía el don de la profecía y del canto. Les recordaba a sus compatriotas en las montañas la historia de la liberación de Egipto, el paso por el Sinaí, y les profetizaba días mejores en el futuro. Como juez, administraba justicia y les daba consejos. Su reputación era sólida y les inspiraba confianza. Con la ayuda de Barac organizó un ejercito pequeño permanente entre el pueblo. Entrenó e inspiró al jefe de este ejercito, Barac, y le dio instrucciones en la forma en que debía presentar batalla a Sisara, el general del ejercito de Jabín. Su capacidad militar era evidente, y lo prueba que Barac requiriera de Débora que ella le acompañara a la batalla.

Se alistaron diez mil hombres de Neftalí y Zabulón, y los estacionó en el monte de Tabor. Débora dirigió destacamentos que se apoderaran de los pasos en las montañas. Conocía a Jabín y su altivez, y sabía que entraría en el valle del Kisón, terreno sumamente peligroso entonces para los carros herrados, por ser la estación de las lluvias.

Todo sucedió como ella había previsto. Barac estaba esperando en la ladera del Tabor. Los otros bloqueaban los pasos hacia la región del norte. Barac descendió del monte con sus hombres. Sisara se hallaba en el valle de Kisón. Dios envió una tormenta de truenos y relámpagos que desbarató completamente las filas de Jabín. Las huestes de Barac se lanzaron contra el ejercito en desorden de Jabín y los carros acabaron arrastrados o atascados en el turbulento Kisón. La derrota de Sisara fue completa. El mismo pereció en su huída en manos de una mujer, mientras descansaba agotado en una tienda.Dios llevó a cabo una gran victoria a través de una mujer. Barac contribuyó a la misma, pero las alabanzas no recayeron sobre el. Débora era poderosa porque la movía el Espíritu del Señor. De El recibía su inspiración y el fuego de su corazón. Su heroísmo se contagió a todos aquel día. Aún hoy Dios elige a alguna mujer e implanta en ella del temor de su nombre. La nombra «madre de Israel». De ella irradia inspiración y despierta a los que duermen, para que la luz de Cristo los ilumine.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión:

1. ¿Podemos suponer, por el hecho que no se menciona el pecado en esta narración, que Débora no los tenía?

2. ¿Qué rasgo admiramos más en Débora?

3. ¿Usaría hoy Dios a Débora como juez de Israel, con lo cual se implica Ia cuestión de si una mujer debería predicar

jueves, 31 de diciembre de 2009

Mujeres de la BIblia: Débora, la Nodriza

"Entonces murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de Betel, debajo de una encina, la cual fue llamada Alon-bacut" (Génesis 35:8).

Léase: Genesis 35:1-15

Las Escrituras nos hablan de dos Déboras. Una, en tiempo de Barac, gobernó como profetisa a Israel. La otra, fue el ama de leche de la familia patriarcal de Jacob. Merece nuestra atención el que esta ama de Rebeca sea mencionada en las Escrituras.

Tenemos delante la Santa Revelación de Dios. La dio a su Iglesia para vencer a Satán. En este libro se nos habla del destino de cielos y tierra, y con todo, cabe en el relato el referirse a un ama de leche en tiempos patriarcales. Esto es lo que leemos en el versículo que hemos leído. Allon Bacut significa "encina del lloro".

Débora sería una sierva de muchos años en la casa. Cuando murió, Jacob había ya regresado con su esposa y los suyos de Padan-Arán a Canaán. Había plantado sus tiendas en Betel. Sus hijos eran ya hombres. El tendría unos sesenta y pico de años para este tiempo, y Débora sería una anciana de ochenta a noventa.

Obsérvese la consideración que se tiene a esta antigua sierva en la casa de Jacob. Isaac y Rebeca se la habrían dado a Jacob cuando la familia de éste empezó a aumentar. Probablemente, en la casa de Jacob habría cuidado a José y a Dina. Se había quedado con la familia. Todos la tratarían con cariño y se sentirían apegados a ella. Cuando finalmente hubo sonado su última hora toda la familia está presente en su entierro. Jacob y los suyos la acompañaron a su última morada con lágrimas en los ojos, según vemos en el nombre dado al lugar.

Hoy nos hemos librado de la esclavitud. Obsérvese, sin embargo, que incluso en tiempos en que existía esta triste relación entre hombres, Dios inspiraba con su gracia una fe que convertía esta maldición en una bendición: las cadenas de la esclavitud podían ser cadenas de amor.

Débora significa "una abeja". Un nombre apropiado para una sirvienta. Un símbolo de actividad, diligencia, tesón. Porque la gracia de Dios convirtió a Débora en un siervo querido y fiel. ¿No es esto un ejemplo hoy para muchos cristianos que sólo trabajan pensando en la recompensa, como la hormiga?

En el caso de la sirvienta, Dios inspira en Débora un tierno afecto hacia Jacob, Lea, Raquel y los demás, afecto que es correspondido. No sólo quieren que se les sirva, sino que aprecian y agradecen los servicios prestados. Débora pasa a ser un miembro de la familia. Al morir es como si hubiera muerto uno de los deudos entrañables, como la muerte de un hijo. Como si hubiera sido una hermana de Jacob o de Lea.

Aquí también hay una lección. Hoy no existen en el mismo sentido este tipo de relaciones, entre esclavos y dueños, y apenas en siervos y amos. Pero sí existen relaciones en que otros seres humanos pueden ser tratados como objetos, se les saca el provecho y luego se les abandona como si no hubieran existido. Cuando una persona deja de ser útil a la otra se la arrincona, se le pone a un lado: "Hallaremos a otra en su lugar."

Este tipo de relación hace imposible la fe. Impide la devoción en el que sirve, lo cual niega la fe. Impide cumplir la responsabilidad del que utiliza los servicios del otro, que cree que ha cumplido al pagar el salario; la fe aquí también es muerta. La relación humana es muerta también: en ella no hay ayuda mutua para el crecimiento de la fe.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión:

1- ¿Cuál es el significado del nombre Débora?

2- Por lo que se nos dice del entierro, ¿Qué tipo de relación habría entre Débora y la familia de Jacob?

3- ¿Que podemos aprender en este caso en las relaciones que tenemos con otras personas a nuestro servicio?

viernes, 29 de mayo de 2009

Mujeres de la Biblia - Dalila

"Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila" (Jueces 16:4).

Léase: Jueces 16:4-20.

Dalila tenía su casa junto a la orilla del río Sorek, una mujer que fue instrumento de los jefes de los filisteos para reducir a la impotencia a Sansón.

Sansón es el héroe de Dios. Su aparición como liberador de Israel permanece en misterio. Fue escogido y equipado por Dios para este propósito en una forma singular. Pero Sansón, el héroe, mostró un defecto fatal, el de sucumbir fácilmente a los encantos de las mujeres. Una mujer lo subyugó y sacó ventaja de su dominio sobre él.

Incluso ya antes de conocer a Dalila, Sansón en Gaza vio a una ramera y se llegó a ella. Los filisteos lo acecharon a las puertas de la ciudad para echarse sobre él al amanecer. Pero a media noche Sansón se levantó y « tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro y se fue.

Después de esto se enamoró de esta mujer en el valle de Sorec, que se llamaba Dalila. El nombre nos suena hermoso, y lo que halló Sansón en su casa fue peor que la muerte. La mujer le fingió amor y le sedujo para que en prueba del amor con que él había de corresponder al suyo, le dijera cuál era el secreto de su fuerza. «¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo ?» Tres veces consecuetivas Sansón le dio una falsa respuesta. Al tratar de ponerla a prueba Sansón se demostraba invencible: el secreto no había sido revelado.

Dalila fue tejiendo una red inextricable de engaño y seducción. Fue presionándole cada día, e importunándole, hasta conseguir reducir su alma «a mortal angustia». Entonces él le reveló finalmente el secreto. Esta vez Sansón fue reducido a la impotencia en manos de sus numerosos enemigos.

La execrable calidad moral de esta mujer, que se pone al servicio por «cien siclos de plata» concedidos por cada uno de los jefes filisteos no exonera de su culpa a Sansón. Dalila es una critatura infame en las páginas de la Biblia, pero Sansón no debía visitar prostitutas en Gaza o en Sorec. Sansón había perdido el temor de Jehová.

El aspecto que nos interesa hacer resaltar de la conducta de Dalila es simplemente que usó su atractivo femenino ilegítimamente, con un propósito destructor y homicida. Sin embargo, toda mujer que finge amor y usa las armas de su vanidad y coquetería para conseguir sus fines egoístas, está haciendo un juego paralelo al de Dalila. El encanto femenino y el atractivo del cariño son dones de Dios. La mujer los ha recibido del Creador. Dios castigará a quien los use de un modo trivial o frívolo, pues los ha concedido con propósitos mucho más elevados.

Mujeres de la Biblia - Cetura

"Y Cetura, concubina de Abraham..." (1 Crónicas 1:32).

Lease: Génesis 25:1-6 y 1ro. Crónicas 1:32-33

A la muerte de Sara el patriarca de Mamré quedó viudo. Hacía mucho que Agar había huido al desierto de Madián. Después de casarse Isaac con Rebeca, el hijo había dejado el techo paterno. Estos cambios dejaron a Abraham solo, y esto le indujo a casarse de nuevo. Esta vez se casó con Cetura.

Cetura le dio seis hijos: Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Esto parece raro cuando se recuerda que Abraham tenía aproximadamente 140 años cuando se casó Isaac. Esto sólo es compatible con un curso especial de los sucesos. Por ello, algunos dicen que esto es un cuento de hadas. Otros comentaristas dicen que Cetura era la concubina ya desde mucho antes. Sin embargo, esto es imposible. Primero porque "Y Abraham tomó otra mujer", lo cual sugiere un orden cronológico en los sucesos. Segundo: si Abraham ya tenía seis hijos antes del suceso de Agar y del sacrificio de Mona, la cosa es incomprensible.

El uso de la palabra concubina sólo indica que esta mujer no tenía todos los privilegios y derechos que Sara había tenido, y esto lo prueba el que no hubo derechos hereditarios para los hijos. En cuanto al hecho de que Abraham engendrara a esta edad, hemos de recordar que su virilidad había sido restaurada milagrosamente por el nacimiento de Isaac, y hemos de creer que persistió hasta su muerte. Esto es parte de la promesa de que su simiente se multiplicaría como la arena del mar y como las estrellas. No vamos, pues a detenernos más en esto. Lo que nos interesa es sólo que por el matrimonio, Cetura pasó a ser la segunda esposa de Abraham.

El ejemplo del patriarca, naturalmente, no es una ley de conducta. Es curioso que Cetura es la primera mujer que se nos menciona que estaba dispuesta a casarse con un hombre que lo hacía por segunda vez.Esto no implica censura para Abraham ni para Cetura. En realidad fue una bendición el que tuviera tantos hijos, lo que contribuyó al cumplimiento de la promesa a Abraham. Es de notar que en aquellos tiempos la esterilidad femenina no era rara. Recuérdese que Sara, Rebeca, Raquel y Lea tuvieron muy pocos hijos. Hay algo simpático en la idea de que el viejo patriarca se vio rodeado por el amor de una mujer en su última edad y por todo un círculo de hijos.

Por esto Cetura se nos presenta como un tipo distinto de esposa. No como una joven que dedica su vida al marido con cariño. No como una esposa que es, hasta cierto punto, independiente en su propia tienda. Sino como una esposa que tiene cuidado de una persona de edad. Esto implica devoción, que combina el afecto de esposa con el de madre. Es como la hija mayor que cuida al padre.

No se trata de una relación romántica. No representa un matrimonio ideal. Pero es un matrimonio el cual la pasión, que ya no es vehemente adquiere cualidades altamente éticas. Naturalmente, no sabemos hasta que punto Cetura amó a Abraham debido a su peculiar vocación y si compartía su fe.

Pero podemos decir que ocupa una peculiar posición como esposa de un hombre con un segundo matrimonio. En modo alguno este segundo matrimonio es prohibido por el Señor. No es obstáculo la relación que habrá en el cielo, como dice Jesús a los Saduceos. Sabemos bien que los santos están unidos por el matrimonio, pero sabemos bien que son, sobre todo, hermanos y hermanas en Cristo. En el cielo los santos vivirán como los ángeles de Dios. No se trata de un matrimonio de conveniencias, o como se dice hoy un "unir los recursos" o cualquier otro arreglo por razones superficiales. Ha de haber sincera devoción entre los dos. Ha de haber la consagración de esta calidad en que el amor se combina con el deseo santo de ser una ayuda para el que está solo y solitario.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión:

1- ¿Qué nos enseña la vida de Cetura referente al matrimonio por segunda vez?

2- ¿Eran los hijos de Cetura considerados en el mismo nivel que Isaac? ¿Por qué?

3- ¿Cuál es la enseñanza de Cristo referente a la relación entre esposo y esposa en la vida venidera?

Mujeres de la Biblia - Betsabé

"Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías Heteo" (2a de Samuel 11:3).

Léase: 2a Samuel 11:2-5, 26, 27; 12:15-24; 1a Reyes 1:11-40

El nombre de Betsabé va unido al terrible pecado cometido por David. Es tan terrible que nos asombra que pudiera ser cometido por un hombre de quien Dios se había agradado. Representa tres transgresiones distintas. En primer lugar, un acto de adulterio ignominioso. Segundo, David hizo embriagar a Urías, en un esfuerzo para disimular su propia culpa. Finalmente, intrigó y dispuso las cosas de forma que Urías muriera en el ataque a una ciudad. Dio órdenes expresas de que se le dejara en la estacada.

Dios no hace acepción de personas y estos hechos son relatados en la Biblia. David el elegido de Dios fue culpable de una conducta vergonzosa. Pero también hemos de observar la conducta de Betsabé. Como es natural, al hablar de este asunto siempre hablamos de lo que hizo David, pero hemos de pensar en lo que hizo Betsabé también.

David se fijó en Betsabé al verla bañándose, mientras él se paseaba por el terrado de su casa. Hemos de suponer que Betsabé debía darse cuenta que se estaba bañando en un lugar en que podía ser observada. Probablemente, era en el terrado, que se hallá en la mayoría de las casas en oriente en lugar del tejado. Allí pasa el aire y es un lugar agradable para estar, especialmente al atardecer. Betsabé no debía haberse expuesto y, por tanto, tenemos que hacerla responsable de su falta de pudor. En modo alguno se intentan estas palabras como una disculpa para David. Sobre este punto no se necesitan más comentarios.

No se nos dicen las circunstancias de la entrevista de Betsabé con David cuandó éste la mandó llamar. Sólo sabemos los resultados. «Cuando llegó, David se acostó con ella... La mujer quedó embarazada.» No sabemos si podía presentir el motivo de la llamada, pero sí que tenía que haberse resistido a los requerimientos del rey. Si Betsabé rió hubiera consentido bajo ninguna circunstancia, como era su deber, David no habría tenido oportunidad de cometer este pecado y ella tampoco. Por tanto, hemos de considerar a Betsabé como cómplice en el adulterio.

El resto de la historia es bien conocido. Urías era un hombre leal, sincero e incapaz de pensar la traición que habían cometido contra él su esposa y el rey. Los dos. Muerto Urías Betsabé, ocupó el lugar de una de las esposas de David. Cuando dio luz al hijo ella ya se hallaba en el palacio.

Las Escrituras no nos dicen nada con respecto a la forma en que ella juzgó su propia conducta. Sólo se nos habla de David. El relato nos muestra el pecado y arrepentimiento de un gran hombre. También el castigo que sufrió por el mismo. Finalmente, nos habla de su restitución. Porque David pagó toda su vida las consecuencias de estos pecados. Betsabé es responsable con el rey. La historia es un aviso, a toda mujer que juega con su hermosura física, de los graves peligros en que incurre. Dios exige que todos nuestros caminos sean rectos en su presencia.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión

1. ¿En qué forma revela la misericordia de Dios un estudio de la historia de Betsabé?

2. ¿En qué fue poco prudente Betsabé? ¿Podemos aplicar esto a los tiempos en que vivimos?

3. ¿Somos justos limitándonos a poner la culpa de este suceso exclusivamente en David? ¿Era Betsabé también responsable?